5 junio, 2024
«Decepción e indignación». Así definió el conselleiro de Sanidade, Antonio Gómez Caamaño sus sensaciones tras la reunión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud celebrada este miércoles, debido a la falta de soluciones del Ministerio de Sanidad al déficit de médicos.
En este sentido, Gómez Caamaño criticó la postura de la ministra de Sanidad, Mónica García, acusándola de aferrarse a planes que considera ineficaces y que «no han aportado nada», señalando además que el Ministerio está al tanto del «déficit de profesionales sanitarios», el cual se prevé que se agrave en los próximos años.
Con todo, encontró «algo positivo» en la decisión del Ministerio de evaluar la «propuesta gallega» que permitiría a los médicos en el último año de formación MIR participar en consultas de pacientes como adjuntos durante el verano, antes de concluir su formación en septiembre.
El Ministerio se comprometió a emitir una instrucción para evaluar esta propuesta del anterior conselleiro, Julio García Comesaña, permitiendo que los estudiantes de MIR en sus últimos meses puedan trabajar «supervisados» y de forma «voluntaria y remunerada», algo que la Xunta valoró positivamente.
El conselleiro aseguró que «la continuidad asistencial en Galicia va a estar asegurada» este verano, incluso en las zonas más tensionadas y en las comarcas costeras con mayor población durante el periodo estival.
Por su parte, el Sergas, encargado de los hospitales y centros de salud pública, también estudia propuestas como permitir que los médicos con una segunda residencia en zonas saturadas trabajen en los centros de salud de esa área durante el verano, cubriendo vacantes con una «adscripción temporal».
Además, se considera la figura de médicos itinerantes para profesionales dispuestos a desplazarse a zonas con tensiones puntuales, ofreciendo incentivos económicos y profesionales a cambio.
Según destacó el conselleiro, su departamento sigue evaluando otras medidas urgentes con la intención de implementarlas el próximo verano, por lo que transmitió un mensaje de tranquilidad a los gallegos al afirmar que «están haciendo los deberes».