
Familias y vecinos se concentran ante el colegio Monterrey de Vigo para denunciar la supuesta inacción de la dirección del centro ante el presunto caso de acoso a una niña de 5 años pese a las múltiples alertas realizadas por la comunidad educativa. Foto: EFE
24 octubre, 2025
Las familias del Colegio Monterrey de Vigo se han concentrado este viernes a las puertas del centro educativo para denunciar un caso de acoso escolar hacia una niña de cinco años, que según sus testimonios, no sería un hecho aislado, dado que «se han abierto otros tres expedientes» en el mismo centro.
Una portavoz de los padres leyó un manifiesto en el que describieron la experiencia de la menor como «una historia que nadie debería vivir». Según las familias, el colegio reconoció que existieron situaciones de violencia, pero descartó formalmente el acoso escolar, aplicando únicamente un «procedimiento corrector interno», lo que consideran insuficiente para hechos que califican de graves.
Los progenitores relatan que durante al menos dos semanas, su hija sufrió agresiones físicas, insultos y humillaciones por parte de alumnos de 10 y 11 años, mientras ella interpretaba, por su corta edad, que se trataba de un juego. Entre las conductas denunciadas, detallan que le quitaban zapatos y calcetines, la arrastraban por el suelo, le tiraban del pelo, la subían a árboles y le cubrían la cabeza con sudaderas para golpearla, mientras ningún adulto intervenía.
“Para nosotros esto sí es acoso escolar, porque los elementos que definen este tipo de situaciones —intención de causar daño, repetición en el tiempo y desigualdad de poder— están presentes”, afirmó la portavoz de las familias, que también destacó que varias niñas que intentaron defender a la víctima también fueron agredidas.
Los padres critican además la actuación del colegio, al que acusan de minimizar los hechos, retrasar la activación de los protocolos y no separar a las familias afectadas de los presuntos agresores. Exigen que la Xunta actúe de oficio, subrayando que “los protocolos no pueden ser un mero trámite administrativo, sino que están para proteger vidas”.
El caso ha generado una amplia repercusión, en parte porque “no es un hecho aislado”: según los padres, ya se han abierto otros tres procedimientos en el mismo centro, lo que evidencia un problema estructural y no individual. Además, denuncian la falta de formación del personal docente para gestionar este tipo de situaciones y reclaman responsabilidades no solo para los alumnos implicados, sino también para aquellos docentes que “fueron cómplices con su silencio”.
Por su parte, el subdelegado del Gobierno en Pontevedra, Abel Losada, animó a la comunidad educativa a participar en las actividades de formación del Plan Director para prevenir casos de acoso.
Desde el centro, el equipo de actuación contra el acoso escolar abrió cinco procedimientos correctores con sanciones para alumnos de sexto de Primaria implicados, tras determinarse la existencia de “conductas contrarias a la convivencia”. La Consellería de Educación reiteró su tolerancia cero frente a este tipo de comportamientos y aseguró que la Inspección Educativa supervisará el correcto desarrollo del protocolo para la prevención, detección y tratamiento del acoso y ciberacoso escolar.
“No queremos venganza. Queremos verdad, justicia y prevención real. Que ningún niño o niña tenga que pasar por lo mismo”, concluyeron los padres durante la concentración.