El TSXG suspende cautelarmente siete parques eólicos

El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ha decidido suspender de forma cautelar otros siete proyectos de parques eólicos autorizados por la Xunta en diversos puntos del territorio gallego, principalmente por considerar que hubo una fragmentación «artificiosa» de algunas iniciativas y por riesgo contra el medio ambiente.

Según informa este viernes el TSXG, los autos fueron emitidos por la sección tercera de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del alto tribunal gallego acerca de los proyectos de parques eólicos de Rodicio II, Alto de Montouto, Meirama, Monte da Croa, Gato, Cunca y Serra do Farelo.

El proyecto Rodicio II, promovido por Engie y Greenalia, preveía instalar dos aerogeneradores con una capacidad de hasta 10,4 megavatios hora, entre los municipios orensanos de Maceda y Montederramo.

Sin embargo, la asociación ecologistas en Acción denunció, entre otros aspectos, que las obras generarían un «ingente movimiento de tierras y múltiples actividades», incluido la «excavación de zanjas» que podrían afectar a especies «vulnerables y en peligro de extinción» en zonas protegidas de la red europea Natura 2000.

Otro de los proyectos, el de Alto de Montouto, aspiraba a poner cinco aerogeneradores con capacidad para captar hasta 21 megavatios hora, por valor de más de 13 millones de euros, entre los municipios pontevedreses de A Cañiza y Covelo, pero la asociación ecologista Peton do Lobo denunció no solo el riesgo para el hábitat, sino una «fragmentación artificiosa porque comparte infraestructuras y se solapa» con el vecino parque eólico de Alto de Telleira.

También ha sido suspendido por el alto tribunal el proyecto Meirama, entre los municipios coruñeses de Cerceda y Ordes, promovido por Naturgy para construir diez aerogeneradores con un total de 44,5 megavatios hora, en lugar de trece inicialmente.

El recurso presentado por la firma Ancocel alega que hubo un «fraccionamiento fraudulento» del proyecto en dos parques, el de Meirama y el de Encobras, «para eludir el límite competencial de 50 megavatios de la Xunta».

La demanda añade que el proyecto «no disimula», ya que preveía inicialmente «potencias de 49,9 -megavatios hora- para Meirama y 20 -megavatios hora- para Encrobas, aunque posteriormente se deje a Meirama con 44,5», con el fin de acogerse a un procedimiento abreviado de la Xunta y evitar el del Ministerio de Transición Ecológica, más estricto.

Respecto al proyecto Monte da Croa, entre los municipios coruñeses de Dumbría y Vimianzo, la firma Cartera Vimira 24, de Albacete, del grupo Villar Mir, pretendía poner siete aerogeneradores con una potencia de 27,9 megavatios hora.

La asociación Ecologistas en Acción denunció que podría «eliminar» una zona de reproducción del lobo ibérico y generar «barreras para la conexión y dispersión genética».

En la lista de proyectos suspendidos figuran también el de Gato, entre los municipios coruñeses de Aranga, Coirós y Oza-Cesuras, donde Greenalia Wind Power aspiraba a invertir 20 millones de euros para poner cuatro aerogeneradores con una potencia de 25,2 megavatios hora.

La asociación ecologista Petón do Lobo alegó que en esa zona están previstos «diez proyectos industriales eólicos promovidos por un mismo clúster empresarial que se corresponden a su vez con diez proyectos eólicos que totalizan unos 99 aerogeneradores y sus respectivas infraestructuras asociadas de evacuación y conexión».

Petón do Lobo observó que, si está «dividido o fragmentados en proyectos independientes», es para «diluir el impacto del conjunto a implantar en una forma artificiosa o segregación del proyecto eólico», para favorecer el procedimiento abreviado de la Xunta.

Añade que en las proximidades hay otros proyectos «ya instalados y en tramitación», entre ellos el llamado «complejo eólico Cerceda-Ordes que abarca 24 parques eólicos entre los instalados y los que se hallan en tramitación con un total de 202 aerogeneradores» que comparten infraestructuras de transporte de energía.

También advierte de que las obras en Gato podrían generar «daños medioambientales irreversibles, con afección severa a los hábitats presentes en la zona así como a las especies de flora y fauna catalogadas como protegidas y vulnerables por estar en peligro de extinción».

El proyecto de Cunca, en el municipio pontevedrés de Vila de Cruces, promovido por Green Capital Power para invertir 20,6 millones de euros en poner cinco aerogeneradores con capacidad para 22,5 megavatios, también ha sido denunciado por Ecologistas en Acción por suponer una «división artificiosa del parque» con el del vecino de Rodeiro.

Por último, el parque de Serra do Farelo, ente el municipio pontevedrés de Agolada y el lucense de Antas de Ulla, que aspiraba a instalar cinco aerogeneradores con una potencia de 18 megavatios hora, fue también suspendido por la denuncia de Petón do Lobo.

Esa asociación aportó un informe de una bióloga alegando una «fragmentación artificial» de una iniciativa más amplia, ya que está en una zona de confluencia de otros 25 parques eólicos con 313 aerogeneradores previstos, algunos en municipios lejanos, como los de Chantada, Monterroso, Vila de Cruces, Rodeiro, Dozón, Lalín o Forcarei, o los orensanos de O Piñor, O Irixo y Carballiño».

El TSXG señala haber emitido hasta ahora 42 autos de suspensión cautelar de autorizaciones administrativas y de construcción de 30 parques eólicos, de los cuales 27 estimatorios, incluido estos últimos siete; y los otros tres desestimatorios, incluido el de Uxo, divulgado este viernes, tras un recurso de la entidad Ecologistas en Acción.