22 junio, 2024
La portavoz de Agricultura del Grupo Socialista, Lara Méndez, criticó hoy a la Xunta por no cumplir su propio protocolo de instalación de trampas para velutinas. Méndez se reunió con apicultores de Lugo para abordar la grave situación provocada por esta plaga y cuestionar la respuesta del gobierno autonómico, que, según ella, está instalando trampas «de forma insuficiente, tardía y sin revisar».
Méndez alertó de que el sistema de trampeo diseñado por el gobierno gallego es ineficaz cuando no se siguen las directrices establecidas y se instalan menos de la mitad de las trampas anunciadas. Así, aunque el Partido Popular menciona la instalación de 17.000 trampas, la portavoz sostiene que esto representa menos de la mitad de las 40.000 inicialmente prometidas por el director general de Ganadería.
La crítica se centra especialmente en la escasa instalación de trampas en ayuntamientos como O Incio, donde se colocaron 21 de las 67 previstas, y en Lugo, con 67 de las 393 planeadas, así como en Alfoz (5 de 55) y Santiago (86 de 641). Además, Méndez señaló que la instalación de las trampas llegó tarde, en abril, cuando los nidos de velutina ya estaban construidos, y hasta un mes y medio después, aún no se habían revisado, lo cual invalida los datos recogidos hasta el momento.
En este sentido, la representante socialista instó al ejecutivo a escuchar las demandas del sector apícola y a establecer un Comité Asesor que incluya a todas las administraciones, entidades y sectores afectados. Este comité tendría como objetivo fijar y coordinar una estrategia efectiva y prioridades de gasto para combatir esta plaga. Méndez también solicitó herramientas para facilitar la colaboración real con los ayuntamientos y los sectores económicos involucrados, con el fin de coordinar acciones concretas de prevención y erradicación.
Además, abogó por impulsar la investigación sobre la velutina mediante convenios con universidades y proporcionar recursos financieros y técnicos suficientes para avanzar en la técnica de manipulación genética, que se considera una de las pocas medidas eficaces para controlar esta plaga.