28 agosto, 2024
El Balneario de Mondariz, una joya histórica del termalismo en Galicia, celebra tres décadas desde la recuperación de su villa termal con una renovación significativa de sus instalaciones. Conocido por su excelencia en tratamientos de salud basados en sus aguas mineromedicinales, el Palacio del Agua ha inaugurado nuevas instalaciones que integran tecnologías avanzadas, tendencias innovadoras en balneoterapia y espacios diseñados para maximizar el bienestar a través del agua. Este proceso de remodelación, que duró casi tres meses, marca el inicio de una «segunda vida» para este icónico destino termal.
Entre las novedades destacan una nueva zona de camas de hidromasaje, cuellos de cisne, chorros jet con diferentes alturas, una seta central que complementa la gran cascada descontracturante, y jacuzzis distribuidos en varios espacios. Además, se ha incorporado un área para nadar contracorriente, sumándose al río central existente. Estas mejoras forman parte de un spa que ya cuenta con más de 3.000 metros cuadrados, distribuidos en una piscina interactiva, zonas de descanso, saunas, pediluvios y una piscina zen al aire libre con vistas a la Fuente de Gándara.
Este renacimiento del Balneario de Mondariz es un testimonio de su continua adaptación a los tiempos modernos. Desde su reapertura en 1994, tras la rehabilitación del edificio Baranda y Palacios, y con la posterior inauguración del Palacio del Agua en 2005, Mondariz ha consolidado su posición como un referente en el turismo de salud y bienestar en Europa. Precisamente su prestigio se ve reflejado en numerosos reconocimientos, entre ellos el Premio Traveler Conde Nast Internacional, el Premio Nacional a la Excelencia Turística, y el título de Mejor Balneario de España y Europa, otorgado en la Fira de Barcelona en diciembre pasado.
Su legado se remonta a 1873, cuando las aguas de sus manantiales fueron declaradas de utilidad pública por el Gobierno de España, convirtiéndose en la única villa termal del país. Fundado por los hermanos Peinador, Mondariz ha sido desde entonces un destino para la élite europea durante la Belle Époque, y hoy sigue siendo un símbolo de salud y bienestar. Su gran hotel, inaugurado en 1900, rivalizaba con los balnearios más prestigiosos de Europa, y su historia está salpicada de visitas de figuras notables como Isaac Peral, John Rockefeller II, y la reina Isabel de Borbón.
Hoy en día, el balneario continúa atrayendo a visitantes de todo el mundo, quienes buscan en sus aguas bicarbonatadas, carbogaseosas y ferruginosas un aliado contra el envejecimiento y para el tratamiento de diversas patologías crónicas. Además de sus instalaciones termales de vanguardia, el complejo incluye un hotel de cuatro estrellas, un campo de golf de 18 hoyos y espacios para eventos y celebraciones.