16 septiembre, 2024
Durante la presentación del Anuario 2024 del Foro Económico de Galicia, el director Santiago Lago destacó que, aunque la economía gallega atraviesa un buen momento, aún enfrenta problemas estructurales importantes. Lago subrayó que «la economía va bien», pero advirtió que la productividad y el tamaño empresarial son desafíos que deben abordarse con urgencia.
El Anuario, elaborado con aportaciones de académicos, periodistas y empresarios, incluye una entrevista con el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, quien señaló que «el dinamismo del mercado laboral es un ejemplo de que la política económica funciona». Además, apuntó que la economía española es «la envidia de muchas economías europeas», destacando el equilibrio del crecimiento y los máximos históricos de afiliaciones al empleo.
Santiago Lago señaló que Galicia ha crecido por encima de la media nacional y es una referencia en términos de convergencia económica, pero reconoció que el absentismo laboral y las barreras burocráticas para el crecimiento empresarial son problemas graves. Celebró la creación del Consejo de la Productividad en España, esperando que ayude a corregir estos problemas.
El editor del Anuario, José Luis Gómez, destacó que los dos primeros trimestres de 2024 confirman un patrón de crecimiento en Galicia, con la creación de empleo en niveles históricos. Gómez apuntó a la digitalización y la mejora de infraestructuras como claves para mejorar la competitividad y la productividad de la región.
Por su parte, el presidente de Abanca, Juan Carlos Escotet, destacó que el Anuario llega en un momento crucial para afrontar grandes retos como el envejecimiento de la población, la transformación energética, la inteligencia artificial y la lucha contra la inflación.
La conselleira de Economía e Industria, María Jesús Lorenzana, coincidió en que Galicia es una comunidad resiliente, aunque con desafíos pendientes como la digitalización y el impulso a sectores estratégicos. La alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, elogió la labor del Anuario y su papel para contrarrestar las «falsas alarmas» sobre el futuro económico de la región.