19 junio, 2024
1568.- Ferrol se despereza apenas a las seis de la mañana del 19 de junio con los marineros mirando desde la costa el fuerte viento de levante que se había levantado y armando sus aparejos para la faena del día. De igual modo, los agricultores se preparaban para las faenas propias, dedicadas especialmente al cuidado de los muchos viñedos existentes en la zona. A esa misma hora en la calle Ferrería, en el taller de Alonso López Rodríguez, se iniciaba un incendio que acabaría por ser devastador para toda la urbe ferrolana. Las llamas, que permanecieron activas durante más de siete horas ante los inútiles esfuerzos de los en torno a dos mil habitantes que fijaba su censo de población en ese mediado S. XVI, consumieron un total de 370 casas del total de 400 existentes, quedando en pie únicamente las treinta restantes así como el convento medieval de San Francisco, la iglesia de San Julián –derruida posteriormente con las obras del arsenal- , la puerta del Castro, el hospital de la Caridad, los edificios más alejados del núcleo urbano.
Las pérdidas, según relata la historiadora Carmen Manso Porto, se valoraron en más de ciento cincuenta mil ducados. Al año siguiente, el guardián fray Juan de Briviesca fue comisionado por la villa de Ferrol para implorar a Felipe II la exención de tributos, en atención a la desgracia que se había cebado sobre los ciudadanos.
Con la referida ayuda real las casas del núcleo urbano se fueron reedificando y, señala la historiadora, “la villa se preparó para convertirse en el puerto de guerra de Felipe II”, lo que dio pie a nuevas obras de fortificación defensiva y el establecimiento de instituciones militares vinculadas al mar, en vocación que supo mantenerse a lo largo de los siglos.
No era esa, con todo, la primera vez que Ferrol sufría los embates de las llamas. De hecho, el primitivo convento de San Francisco era a su vez reconstrucción sobre los restos de uno primitivo arrasado en el incendio de la villa por los portugueses en 1371.
1626.-Se consagra en la Real Capilla de Madrid, por mano del Patriarca de Indias, el obispo y señor de Ourense Fr. Juan Venido, confesor asimismo de las Infantas.
1843.- Pronunciamiento de Lugo en contra del ministerio de Mendizábal. Se proclamó la Constitución de 1837, la Regencia del duque de la Victoria y la Independencia nacional, constituyéndose una Jun ta de gobierno provisional presidida por José Arias de la Torre y de la que era secretario José Manuel Capón y Castro.
En la misma fecha y al recibirse noticia del alzamiento de A Coruña, que se rfealizó el día anterior, se formó la Junta de Santiago que presidió Hipólito Otero. Del comité de la ciudad herculina eran presidente César Tournell y secretario Pedro A. Mourin.