A Coruña escuchó por primera vez, aunque de forma oficiosa, el Himno Gallego

1890.- Certamen musical organizado por el Orfeón Coruñés número 4, que también organizó al siguiente día una gran fiesta de gaiteros, tamborileros, flautistas, grupos de aldeanos, músicos militares y civiles, murgas, orfeones, etc.

En efecto, el 30 de agosto de 1890 y organizado por Pascual Veiga, a la sazón director del Orfeón Coruñés número 4 con el que un año antes obtuvo en París el primer premio y la medalla de oro en el concurso de orfeones de la Exposición Universal de París, se organiza el aludido certamen dentro de la programación de las fiestas de María Pita convocando un concurso para elegir la mejor marcha regional gallega, que tendría como base el poema Os Pinos, de Eduardo Pondal. Veiga había solicitado previamente al poeta la composición del texto, que armonizó como composición en reserva de dicho festival. El concurso, en su apartado de marcha regional gallega, fue ganado por Ivo Gotós, músico mayor de la banda de la escuadra de Instrucción, aunque el que pervivió en el futuro sería el de Pascual Veiga, que lo interpretaría en años sucesivos con los orfeones que dirigió, hasta su muerte en1906. En dicho concurso, Juan Montes ganó los apartados de Balada y Plegaria, no así el de marcha regional, como algunas publicaciones recogen erróneamente.

De la relevancia del concurso habla  Juan Bautista Varela de Vega en el documentado trabajo “Obras manuscritas de Juan Montes en el Museo Provincial de Lugo, procedentes del archivo de Vicente Latorre”: “no hubo en todo el XIX gallego otro Certamen musical como este de La Coruña de 1890, ni por el número y calidad de las agrupaciones que tomaron parte en el magno festival, ni por el prestigio de  varios de los autores concursantes a los premios de composición, adjudicados por un tribunal especial constituido en París, centro entonces del mejor orfeonismo europeo, ni por la extraordinaria calidad de las composiciones, ni por, finalmente, la conformidad general con el veredicto del jurado”.

Pero es que más allá de la relevancia de lo escuchado en el certamen hay un hecho significativo cual es el estreno mundial, aunque oficioso, de lo que no mucho después sería el Himno Gallego, que adquiriría carácter de oficialidad en Cuba, gracias al entusiástico trabajo de Xosé Fontenla Leal (al que la RAG, creada a su iniciativa, sigue dándole espalda). Esa oficialidad se efectuó el 20 de diciembre de 1907 en el gran Teatro de la Habana y a iniciativa del centro gallego de aquel país.

1271.- Real mandato a los concejos de Ribadeo y Viveiro para que paguen al obispo de Mondoñedo el derecho de portazgo.

1719.- El ayuntamiento de Ribadeo acuerda “cubrir los puestos de Esteiro, Rinlo y río de Villaselan, mandando poner cuatro centinelas constantes en cada uno y 50 hombres armados en el último, quedando el castillo de S. Damián a cargo del alcalde mayor, quien repartirá armas y municiones”, a fin de evitar que la escuadra enemiga que “había hecho los desembarques en el puerto de Santoña y quemando algunos navíos de S. M., hiciese lo mismo con otros dos de estos que se hallaban surtos en Ribadeo, desde el cual se vieron ya cinco de aquella”.