El PP ha apoyado este martes con sus votos en el Parlament balear la propuesta de Vox de derogar la Ley de Memoria Democrática de Baleares, aprobada en 2018 por los partidos de izquierda y el apoyo de los populares a buena parte del articulado.
La Cámara legislativa ha aprobado (30 votos a favor y 26 en contra) la toma en consideración de la derogación de la norma, una iniciativa pactada por el Ejecutivo de Marga Prohens (PP) con Vox a cambio de su necesario respaldo a los presupuestos autonómicos de 2025, ya que los populares no cuentan con mayoría parlamentaria.
El inicio de esta tramitación coincide con el anuncio realizado por Prohens en el pleno de este martes de que el Govern rendirá homenaje a las víctimas de los bombardeos de la aviación republicana sobre Palma durante la Guerra Civil.
Entre las medidas de la Ley de Memoria Democrática figuran retirar los vestigios y símbolos franquistas, proteger los espacios e itinerarios de la memoria democrática, impulsar declaraciones y menciones de reconocimiento y organizar actos de homenaje institucional.
El portavoz adjunto de Vox, Sergio Rodríguez, ha reprochado a los grupos de izquierda que “ochenta años después parece que la Guerra Civil no ha terminado” y ha criticado que se sigan “renombrando calles”.
Rodríguez ha acusado a los partidos progresistas de “idealizar” la Segunda República, y ha asegurado que la ley que su grupo propone eliminar “no reconoce a las víctimas de los dos bandos”. Además, les ha tachado de “hipócritas” por no tener en cuenta, según ha dicho, a las víctimas de los bombardeos republicanos sobre Palma.
Por parte del PP, la diputada Cristina Gil ha cuestionado la implantación de las leyes de memoria histórica en España, porque suponen “la imposición de un relato” y una “intromisión” en la conciencia de los ciudadanos.
Gil ha defendido el reconocimiento de todas las víctimas de la Guerra Civil y ha reivindicado la decisión del Govern del PP de mantener vigente la Ley de Fosas con el objetivo de que las familias puedan recuperar los restos de sus seres queridos.
El PSIB-PSOE, principal partido de la oposición, ha acusado al PP de “ceder para satisfacer a la ultraderecha, que emplea la mentira como arma política”.
El diputado socialista Omar Lamin ha calificado de “indecente” e “indigna” la postura del PP por “asumir los postulados” de Vox, y ha asegurado que los populares han votado “contra los derechos humanos y la dignidad”.
Lamin también ha criticado que el PP mantenga como presidente del Parlament a Gabriel Le Senne (Vox), quien será juzgado por un delito de odio tras romper una fotografía de tres mujeres republicanas fusiladas por el franquismo: Aurora Picornell, Maria Pascual y Antònia Pascual.
Ese hecho se produjo el 18 de junio del año pasado en una sesión en la que también se aprobó la toma en consideración de la derogación de la Ley de Memoria, que finalmente no culminó porque el PP cambió de postura ante la negativa de Vox a aprobar los presupuestos de 2025. Un nuevo acuerdo entre ambos partidos ha supuesto la repetición del trámite.
Antes del debate parlamentario, la Plataforma per la Memòria Democràtica ha instado al PP a posicionarse del lado de los derechos humanos y de las víctimas de la Guerra Civil y del franquismo.
