16 junio, 2025
El presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, ha anunciado este lunes la puesta en marcha de una línea de préstamos dirigida a apoyar a las empresas gallegas perjudicadas por la política arancelaria de Estados Unidos. Esta nueva herramienta financiera, que permitirá solicitar hasta un millón de euros por compañía, está pensada para reforzar la posición del tejido empresarial exportador frente a las nuevas barreras comerciales y facilitar su adaptación a otros mercados.
Los créditos, integrados en la línea de financiación empresarial de Galicia, contarán con condiciones ventajosas: un plazo de devolución de hasta 12 años y un período de carencia de hasta cuatro años —el doble de lo habitual— para financiar circulante a largo plazo. El presupuesto global de esta iniciativa asciende a 50 millones de euros.
Según explicó Rueda, la medida nace con el objetivo de compensar los efectos económicos derivados del incremento del 50% en los aranceles que el Gobierno estadounidense aplicará a productos importados desde la Unión Europea a partir del 9 de julio. Esta acción forma parte de una estrategia más amplia para reforzar la internacionalización de las empresas gallegas y su competitividad exterior.
La Xunta estima que los préstamos concedidos bajo esta modalidad podrían alcanzar los 10 millones de euros a lo largo de 2025. Para acceder a ellos, las empresas deberán tener su centro de trabajo mayoritariamente en Galicia y acreditar una facturación anual mínima de 100.000 euros en el mercado estadounidense, o bien que dicho mercado represente al menos el 10% de sus ventas.
Además del apoyo financiero, la conselleira de Economía e Industria, María Jesús Lorenzana, presentó otras medidas complementarias incluidas en el programa Reacciona, entre ellas un nuevo servicio de consultoría especializada en apertura de mercados. También destacó la puesta en marcha de una oficina técnica de atención personalizada, dependiente de la Oficina Económica de Galicia y en colaboración con la antena del IGAPE en Miami, para ofrecer acompañamiento y seguimiento a las empresas más expuestas a los aranceles.
Desde abril, el Gobierno gallego ha mantenido una ronda de contactos con sectores económicos sensibles a la nueva coyuntura comercial, como el agroalimentario, naval, biotecnológico, logístico, metalmecánico o de materiales de construcción. Esta interlocución sectorial ha permitido, según Lorenzana, adaptar la respuesta institucional “a las necesidades reales del tejido productivo gallego en un momento de incertidumbre internacional”.