La industria europea, en vilo ante los aranceles de hasta el 70% anunciados por Trump

Este miércoles 9 de julio finaliza la tregua arancelaria concedida por el gobierno de Donald Trump a la Unión Europea y otros socios comerciales. Si no hay acuerdo antes de esa fecha, Estados Unidos aplicará nuevos aranceles que podrían alcanzar el 70 %, según anticipó el propio Trump. La Casa Blanca ya ha comenzado a enviar cartas a una docena de países, incluida la UE, detallando los gravámenes previstos.

La situación llega en un momento delicado para la economía global, marcada por la inflación y las tensiones geopolíticas. Bruselas intenta negociar contrarreloj un “acuerdo de principio” que permita aplazar los aranceles hasta septiembre y seguir el diálogo. La Comisión Europea admite que es imposible cerrar un pacto detallado en tan poco tiempo, dadas las dimensiones del comercio bilateral, que ronda los 1,5 billones de euros anuales.

El origen de esta crisis se remonta a abril, cuando Trump anunció un arancel inicial del 10 % y advirtió que podría subir si no se lograban acuerdos bilaterales. Desde entonces, Washington ha alcanzado pactos con países como el Reino Unido, China y Vietnam, mientras las negociaciones con la UE permanecen estancadas.

Trump insiste en imponer aranceles de forma directa y rápida, sin largas discusiones multilaterales. Su objetivo declarado: proteger la industria estadounidense y reducir el déficit comercial. Desde la UE, se busca al menos un acuerdo parcial que limite el impacto sobre sectores sensibles como el automóvil, el acero o el aluminio.

En los mercados, la tensión ya se deja notar: el dólar ha perdido valor, el déficit comercial de EE.UU. ha crecido y las bolsas han mostrado volatilidad. Analistas advierten que la imposición de aranceles podría elevar la inflación estadounidense y complicar las decisiones de la Reserva Federal, mientras Europa se enfrentaría a un duro golpe en sus exportaciones.

Con el plazo a punto de expirar, la incertidumbre domina el escenario económico, mientras ambas partes apuran sus opciones para evitar un nuevo capítulo de guerra comercial.