El naval de Ferrol avisa de protestas porque el Gobierno «no está escuchando» sus demandas

El comité de empresa de Navantia Ferrol ha advertido este martes de nuevas protestas en el sector naval de la ría ferrolana ante la falta de avances en la negociación de su convenio colectivo y del Plan Estratégico, tras lo que ha criticado que el «no está escuchando las reivindicaciones de los trabajadores» en diversos ámbitos.

Su presidente, Carlos Díaz, del sindicato independiente MAS, ha expuesto en rueda de prensa que la reducción de jornada, el establecimiento de los contratos relevo y el aumento del «poder adquisitivo» son algunas de sus principales demandas.

Así lo ha reseñado coincidiendo con una protesta de la plantilla a las puertas de la factoría, una medida de presión que se ha repetido en los demás centros productivos del grupo público.

Díaz ha lamentado que la dirección de Navantia «manifiesta que no hay dinero para esos incrementos», porque la SEPI -el conglomerado público empresarial al que pertenece Navantia- «no está poniendo encima de la mesa las cantidades que se precisan», ha dicho.

De este modo, ha censurado que el «Gobierno más progresista» no promueve mejoras laborales «en las empresas que dependen de él» y ha criticado la pretensión de «cerrar» el diálogo sobre estos documentos el 30 de noviembre.

Al respecto, ha indicado que ese posicionamiento resulta «repetitivo» y ha aludido a una «actitud inmovilista» que podría derivar en nuevas acciones de protesta «coordinadas» en todo el grupo empresarial.

Carlos Díaz ha adelantado que trasladarán sus reclamaciones a las diferentes administraciones públicas al considerar que todo «el mundo tiene que dar la cara» y ha alertado de que Navantia «verá la presión de los trabajadores» si no desbloquea puntos como las incorporaciones de nueva plantilla, con 95 pendientes en el astillero de Ferrol.

En relación a la ejecución de las fragatas F-110 para la Armada española, ha reconocido que se «haga lo que se haga ya no se llega» a la fecha prevista para la puesta de quilla de la segunda unidad, fijada para el próximo mes de noviembre, tras la paralización de trabajos vinculados a ese contrato en los últimos meses como acción reivindicativa.