Kylian Mbappé
11 julio, 2025
El Mundial de Clubes 2025 terminó de forma agridulce para el Real Madrid. La dura derrota en semifinales frente al Paris Saint-Germain no solo cerró el torneo de manera abrupta para los blancos, sino que también marcó el final de su primera experiencia oficial bajo el mando de Xabi Alonso. Más allá del resultado, el certamen dejó señales alentadoras, algunas alarmas y un importante ingreso económico que maquilla, en parte, la eliminación.
Un estreno agridulce para Xabi Alonso
El técnico vasco apenas tuvo tiempo para preparar el equipo tras asumir el cargo, por lo que este torneo funcionó más como un laboratorio forzado que como una competencia planificada. Aun así, Alonso mostró indicios de lo que puede ser su estilo: estructuras nuevas, defensa de cinco, automatismos ofensivos en formación y pruebas que, en su mayoría, dieron resultado… salvo ante el PSG, donde todo colapsó desde el arranque.
En lo individual, hubo actuaciones que ilusionan. La gran sorpresa del torneo para el Real Madrid tuvo nombre propio: Gonzalo. El joven delantero, salido de la cantera blanca, aprovechó como pocos las oportunidades que se le presentaron, irrumpiendo con fuerza en el primer equipo como hacía tiempo no se veía en Valdebebas.
La apuesta de Xabi Alonso por jugar con un ‘9’ puro encontró en él una respuesta contundente. Con Mbappé afectado por un virus y Endrick fuera por lesión, Gonzalo se hizo un hueco en la delantero y no lo soltó más.
Terminó como máximo goleador del equipo en el Mundial de Clubes, con cuatro tantos en doce remates, ocho de ellos a puerta. Su efectividad del 50% lo convirtió en el delantero más certero del conjunto blanco y en el séptimo más eficiente de toda la competición. Gonzalo ha dejado de ser una promesa para convertirse en una realidad.
Otra gran revelación fue Dean Huijsen. El joven central mostró personalidad, temple y una salida de balón impecable. Su ausencia se notó ante el equipo parisino, y su irrupción parece haber llegado para quedarse. También Arda Güler brilló en varios pasajes del torneo, asociándose con Valverde en el mediocampo y convirtiéndose en el cerebro creativo del equipo.
Las sombras: errores y nombres en duda
No todo fue positivo. Uno de los señalados tras la eliminación fue Raúl Asencio. El central, que la temporada pasada había sorprendido gratamente, dejó errores graves en los tres partidos que jugó: un penal infantil ante Al Hilal, una expulsión temprana frente a Pachuca y una pérdida imperdonable en semifinales que derivó en el primer gol del PSG. Su rendimiento deja en entredicho su continuidad como titular y reactiva las versiones sobre un posible refuerzo en defensa.
La derrota ante el PSG también sirvió como cachetazo de realidad. Aunque la plantilla está cargada de talento joven y prometedor, la exigencia del Real Madrid sigue siendo la de ganar siempre, y eso no se negocia. Alonso, consciente de ello, ya trabaja de cara al debut liguero ante Osasuna, mientras define qué jugadores formarán parte de su proyecto a largo plazo.
El consuelo millonario
Aunque no alcanzó la final, el Real Madrid se marcha del Mundial de Clubes con 74,6 millones de euros en premios. Un botín que se explica por la estructura progresiva de pagos diseñada por la FIFA. Solo PSG y Chelsea, los finalistas, superarán esa cifra.
El desglose incluye 31,4 millones por participación, 3,7 millones por dos victorias en fase de grupos, 900.000 euros por un empate y luego sumas crecientes por avanzar a octavos (7 millones), cuartos (12,2 millones) y semifinales (19,5 millones). La cifra total pudo haber llegado a 113 millones si los blancos ganaban el torneo.
Sin embargo, hay un matiz importante: la reciente devaluación del dólar afecta directamente estos ingresos. Desde que se anunciaron los premios, la moneda estadounidense perdió un 7,5 % de su valor frente al euro. Esta volatilidad podría impactar cuando la FIFA realice los pagos finales, ya que todos los montos se negocian en dólares.
Tiempo de balances
Para Xabi Alonso, el Mundial sirvió como termómetro inicial. Aunque el calendario comprimido y la falta de rodaje real condicionaron su estreno, el técnico comienza a dejar su huella. Su desafío, a partir de ahora, será consolidar un once competitivo, definir su esquema ideal y recuperar la solidez defensiva.
Para los jugadores, el torneo fue también una prueba. Algunos ganaron crédito; otros lo perdieron. Lo cierto es que el Real Madrid se va con las manos vacías en lo deportivo, pero con el bolsillo lleno y algunas certezas de cara al futuro.