El Monbus Obradoiro sobrevivió a una auténtica montaña rusa de emociones y además le tocó sufrir más de la cuenta en la capital asturiana para sellar su pase a los octavos de final de la Copa de España ante el Alimerka Oviedo. El conjunto compostelano, que arrancó el duelo con una puesta en escena brillante y un acierto demoledor desde el perímetro, vio cómo el ritmo frenético inicial daba paso a momentos de sufrimiento ante el empuje local. El talento de Townes y la fe de los asturianos hicieron temblar por momentos la ventaja gallega, pero una gran reacción cuando todo parecía torcerse cambió el rumbo de un encuentro que terminó cayendo del lado obradoirista (76-82), en un ejercicio de carácter y madurez que mantiene vivo el sueño copero del equipo de Epi.
El duelo de dieciceisavos comenzó con un ritmo eléctrico y un Barcello desatado que no tardó en calentar la muñeca. Espectacular intercambio de triples con Townes, que tiró del carro asturiano durante todo el primer acto y levantaba por primera vez a la grada con un gran 3+1.
El propio Barcello respondía de nuevo desde la línea de 3 (11-16) seguido por Barrueta y el conjunto obradoirista no bajaba el pie del acelerador ni el ritmo anotador, algo que fue el guión del primer cuarto. El Obra siguió poniendo velocidad y siendo eficaz y contundente en la ofensiva.
Quintela robaba y asistía a un Etxeguren que anotaba a placer y ponía el parcial de 0-10 para los gallegos (15-28). Máxima diferencia con +13 y un Oviedo que luchaba por aferrarse al encuentro ante un Obra que hizo unos primeros diez minutos de juego rozando el sobresaliente.
El empuje de un omnipresente Townes y el talento de Hermanson, triple sobre la bocina incluido, permitieron a los locales irse al segundo cuarto con un 27-32.
Entraron mejor a este, de hecho, los ovetenses, hasta ir creciendo en el partido con un parcial de 12-6 que reducía la diferencia a un solo punto (39-40). Llegaron a tener incluso posesión para ponerse por delante en el electrónico, sin embargo, el Obra, medio grogui, pareció dejar atrás la pájara y, más tarde, volver a sacar el rodillo. Quintela y Dos Anjos ponían tierra de por medio (39-44) y con un parcial de 3-9 se iba a la caseta con ventaja de 42-53.
Ya de regreso del entretiempo, el ritmo trepidante y la locura anotadora de la primera mitad fue yendo a menos. El Obra tenía que madurar el partido. Los de Epi tenían en frente a un Oviedo desinhibido y decidido a plantar cara y dar guerra con sus armas. Quintela anotaba de media distancia (42-55) para poner de nuevo la máxima diferencia en el choque (+13), pero Townes por aquel entonces ya se había convertido en el quebradero de cabeza particular de los santiagueses, a los que se les fueron apagando poco a poco las luces.
No dejaron de intentarlo los locales, redoblando la intensidad compostelana y sin perder la cara al partido. Fue el propio Towns quien encendía de nuevo el choque poniendo el 60-63 con una canasta sensacional. Reducían más aún las distancias los asturianos hasta incluso tener de nuevo balón para ponerse por delante con 62-63, marcador con el que se entraba en el último y definitivo cuarto.
Arias levantaba al público y ponía al Oviedo por delante con un triple tras asistencia de Nwaokorie (65-63) metiendo al Obra en problemas. Inoperativo, superado e incapaz de igualar el ritmo frenético de la primera parte del encuentro, el equipo santiagués no mostraba reacción alguna y encadenaba un abrumador parcial de 15-0 en contra que llevaba el electrónico al 71-63.
Casi 5 minutos necesitaron los gallegos para despertar y abrir la lata y anotar en el último cuarto, pero por suerte la reacción llegó a tiempo.
Epi paró el partido y dio entrada a Westerman y el partido cambió por completo de signo. El propio francés asistía a Dos Anjos que recortaba la sangría desde la pintura (71-67), tras lo que Quintela clavaba el triple desde la bombilla para recuperar definitivamente la inciativa en el choque.
Con un Obra ya despierto y un Oviedo quizás víctima del vértigo de tener el partido ya entre manos, llegó un parcial de 0-8 sin respuesta que inclinó la balanza.
Un Westerman providencial anotaba desde el tiro libre y recogía su propio rebote para el 71-73, tras lo que el propio base se encargaría de amarrar la victoria desde la línea de personal junto con Dos Anjos y una canasta de Quintela tras robo que sentenciaba del todo a los ovetenses (72-78).
Así se llegó al final en la capital asturiana con un 76-82 que, aunque más sufrido de la cuenta, pone al Monbus Obradoiro en octavos de final de la Copa de España, donde se medirá al Huesca o Albacete.
FICHA TÉCNICA
Parciales: 27-32, 15-21, 20-10, 14-29
Alimerka Oviedo: TOWNES (20), FAURE (7), PARHAM (2), SHELIST (5), HERMANSON (14), NWAOKORIE (15), COSIALLS (5), ARIAS (6), LOBACO (2), COPES
Monbus Obradoiro: WESTERMAN (5), BARCELLO (16), BARRUETA (12), GALÁN (2), DOS ANJOS (15) / ANDERSON (7), ETXEGUREN (4), BRITO (2), QUINTELA (17), GRELA (2), KRAVIC, LUNDQVIST




