14 septiembre, 2024
Lois Patiño (Vigo, 1983) hace las veces de guía en un recorrido por el Centro Torrente Ballester, el antiguo Hospital de Caridad de Ferrol, en el que este verano su ‘Marea’ ha copado buena parte del espacio expositivo de este complejo cultural municipal.
Una propuesta, con Alberto Cartón como comisario, que traza un recorrido por la propia trayectoria del director, que cuenta cómo se fue desarrollando el repaso por lo ya vivido por más que quiere seguir considerándose «un artista y cineasta joven, pero ya se ha ido acumulando un trabajo».
Dibuja una «relación entre el ser humano y el paisaje», toda una «experiencia contemplativa» de la que ya se vio una parte en la Fundación Luis Seoane: «Algunas piezas repiten, pero queríamos que fueran complementarias las obras».
«Se concibió de manera doble, primero en la Fundación Luis Seoane y ahora en el Centro Torrente Ballester; son espacios diferentes, este es muy grande y era un buen reto a nivel técnico», expresa Patiño.
Aspiraba a «llenar el espacio» y su «desafío importante» se hizo realidad, colonizando sus dos plantas con obras «tempranas, de 2010 o 2009», y otras más recientes, de hace escasamente un año.
Reseña el director que siempre trata de «desafiar el lenguaje, intentar descubrir cierta innovación, algo que no se haya visto ya», y esta «Marea» ampliada en Ferrol responde a sus exigencias.
Tirando de la videoinstalación, «muy adaptable a espacios singulares», el centro cultural asiste a la transformación de sus pasillos, con una «catarata de colores» al fondo o «un chorro de agua coloreado de rojo» al descender a su parte baja.
Con guiños a películas suyas, caso de «Lúa vermella» (2020), la muestra pasa por ser un cóctel de «luz y color» que coronan elementos como una proyección de un «oleaje abstracto».
Tras el reconocimiento y «repercusión» a nivel internacional de ‘Samsara’ (2023), con distribución en quince países, Lois Patiño cree que ese filme «ha marcado un nuevo paso» en su singladura.
No pudo asistir a la inauguración de la exposición en Ferrol porque estaba inmerso en un rodaje en Zanzíbar, a donde regresó para ultimar un cortometraje.
«Me quedé con ganas de continuar con unos personajes, las mujeres de las granjas de las playas de Zanzíbar; volví para trabajar más con ellas», explica.
El cineasta vigués no descarta que ‘Marea’ vuelva a desplegar su manto en otros puntos de España; no en vano, sostiene que sería deseable que pueda «itinerar, es una exposición muy adaptable a los espacios», así que el salto a cualquier otro recinto cultural puede llegar más pronto que tarde.