9 abril, 2024
La Xunta de Galicia anunciaba el 1 de noviembre del pasado año el inicio de las obras de prolongación de la AG-59 que une Santiago con A Estrada. Sin embargo, hubo que esperar otro mes, en diciembre, para que el Gobierno autonómico se acordara –luego de años de esquecemento– de la necesidad de prolongación de la autovía AG-56 que une (unirá) la capital gallega con la vila de Noia. Lo hizo para anunciar no el inicio de las obras sino el procedimiento para someter el proyecto a exposición pública en el marco del proceso de evaluación ambiental. ¿Tendrá alguna significación para los incrédulos usuarios de esa vía de que tal anuncio se efectuase el 28 de diciembre y en vísperas de la campaña electoral? ¿Justifica esta discriminación los aforos de cada una de ellas?
Desde que, con el bipartito en la Xunta, se hiciese aquella macroencuesta/debate entre la intelectualidad gallega para buscar el mejor destino a las instalaciones de la llamada Ciudad de la Cultura, y que por supuesto naufragó, sabemos que Galicia sigue más que corta de imaginación y emprendimiento oficiales para acometer los grandes retos de futuro que se presentan a cada paso. Un viejo ejemplo es la vieja terminal del aeropuerto central de Galicia, en Lavacolla, que lleva trece años cerrada sin que toda la masa crítica que está en la municipalidad y aun en la Xunta sean capaces de arbitrar el aprovechamiento de estas instalaciones ¿Y si, a falta de imaginación, les ponemos dinamita?
No hay duda de que una de las peculiaridades del gallego es el de “imita, que puedes”. Lo evidencian las fiestas gastronómicas creadas por la exclusiva razón de que el pueblo de al lado la tenía y nosotros no vamos a ser menos. Una práctica que en el turismo gallego alcanza cotas de sublime mediocridad. Así, como el Camino, al que se trata de desvirtuar a marchas forzadas de su primigenio carácter religioso, viene funcionando con relativo éxito –según los que valoran el triunfo por la masificación-, nada mejor de la denominada Red Eurovelo 1 y 3, red ciclista europea contemple para España un trazado que “se va a superponer en gran parte sobre el Camino de Santiago Francés y Vía de la Plata”. Es decir, la estulticia elevada al grado sumo. La Federación de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago de España acaba de alzar su airada protesta pero ¿habrá alguien capaz de poner un poco de cordura en los estragos que se están haciendo a la Ruta Xacobea?