Dos toneladas de marihuana incautadas y cinco detenidos en Melide

La Guardia Civil ha desarticulado un grupo criminal dedicado al cultivo y distribución de cannabis en Melide (A Coruña). En esta operación, cinco personas fueron detenidas bajo los cargos de cultivo o elaboración de drogas, tráfico de drogas y pertenencia a grupo criminal, y se incautaron más de dos toneladas de marihuana.

Los detenidos, junto con la droga y los equipos incautados, han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Arzúa (A Coruña), que ha decretado el ingreso en prisión provisional para el principal responsable. Esta incautación es el mayor alijo del año en Galicia, subrayando la magnitud de la operación del grupo criminal.

La operación, denominada ‘Copido’, comenzó en 2023 tras recibir información sobre una posible plantación de marihuana en una finca. Culminó el pasado 30 de julio con la intervención en una propiedad que albergaba un invernadero de 3.000 metros cuadrados. Tras meses de investigación y vigilancia, los agentes se centraron en una finca con una vivienda unifamiliar, un cobertizo anexo y un invernadero dividido en cuatro módulos.

Con la autorización judicial pertinente, el equipo ‘Roca’ llevó a cabo el registro de la finca y descubrió más de 2.000 plantas de marihuana en fase de recolección, con un peso bruto de 2.080 kilos. Además, en una nave anexa de 300 m², se encontraron dos salas para cultivos indoor y una sala de secado, con 24 kilos de cogollos listos para distribución y 12 kilos de cannabis destinados a la elaboración de hachís. La operación era sofisticada, con dispositivos de iluminación, calefacción, riego y ventilación instalados en los invernaderos.

La Guardia Civil destacó que los elevados beneficios obtenidos del cultivo de marihuana llevaron a los traficantes a alquilar la propiedad por 1.000 euros mensuales, un precio significativamente superior al promedio de la zona. La investigación reveló que el principal responsable, un vecino de Vila de Cruces (A Coruña), había alquilado la finca durante aproximadamente dos años, y los residentes, plenamente conscientes de las actividades ilícitas, accedían regularmente a las áreas de cultivo.

La operación sigue abierta y no se descartan nuevas detenciones.