Con la llegada esta tarde al puerto de Muros, la V Ruta Rías Baixas-Camino de Santiago por la Ría de Muros Noia ha tocado tierra firme tras más de cien millas náuticas de navegación. Se trata de la peregrinación marítima más multitudinaria de la historia moderna, un evento que no solo ha duplicado la participación respecto a ediciones anteriores, sino que también ha revivido el espíritu del navegante veneciano Pietro Querini, quien arribó a estas mismas aguas el 26 de octubre de 1431 en su maltrecho barco cretense.
A diferencia del desventurado Querini, las 52 embarcaciones participantes, entre ellas los veleros Amistad y Verne, llegaron hoy en óptimas condiciones a la Ría da Estrela, tras participar incluso en un simulacro de rescate aéreo con el helicóptero Helimer 206 de Salvamento Marítimo en la Ría de Arousa. El ejercicio, promovido por el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, forma parte de la Campaña de Verano de Seguridad Náutica, que advierte sobre los peligros de mitos y malas prácticas en la navegación recreativa, responsables de cerca del 50% de las emergencias marítimas estivales.
Del mar al Camino: la última etapa
Tras la travesía por mar, la expedición continuará su viaje espiritual por tierra. Mañana sábado, más de un centenar de peregrinos se subirá a un autobús en Porto do Son para dirigirse hasta Bertamiráns (Ames), concretamente al hito del “Muros de Auga”. Desde allí afrontarán a pie los últimos 12 kilómetros del Camino de la Ría de Muros Noia con destino final en la Praza do Obradoiro de Santiago de Compostela.
A su llegada a la capital gallega, los peregrinos serán recibidos por el Gran Maestre de la Orden del Camino de Santiago, Miguel Pampín, en un acto de reconocimiento tanto a los participantes como a la organización de esta quinta edición. La Orden del Camino de Santiago, con sede en Compostela, promueve desde hace años los valores universales del Camino, el patrimonio cultural de sus rutas y el vínculo entre pueblos y continentes unidos por esta tradición milenaria.
La Compostela y un cofre del tesoro
Los peregrinos podrán obtener la Compostela tras mostrar las credenciales selladas durante la travesía, que comenzó el pasado lunes en Baiona. A mayores, quien haya reunido más sellos será distinguido con un simbólico “cofre pirata”, repleto de delicias locales de la Ría da Estrela: conservas artesanales de Sotavento (Porto do Son), zamburiñas y mejillones de la tienda gourmet Contrabando da Ría (Muros), y licores de Berrimes (Lousame), entre otros productos.
La jornada de hoy culminará con una recepción oficial y una cena en el Club Náutico de Portosín, en la víspera de la caminata final hacia Compostela. Así concluye una edición que no solo refuerza el creciente auge del Camino por la Ría de Muros Noia, sino que lo consagra como una alternativa espiritual y paisajística que combina navegación, historia y tradición jacobea en un mismo trayecto.






